
¿Comprar en el peor momento y vender justo antes de la recuperación? ¡Respondo!
Este miércoles 25 de junio, mientras los mercados parecen recuperar una cierta calma, es momento de analizar los últimos acontecimientos geopolíticos y sus repercusiones directas en las materias primas, especialmente el petróleo.
Relativa calma en Oriente Medio
Tras varios días de tensiones alimentadas por el conflicto entre Irán, Israel y Estados Unidos, la situación parece estabilizarse. Sin embargo, la comunicación sigue siendo confusa y la información contradictoria alimenta la incertidumbre. Pero destaca un punto: China, ahora nuevamente “autorizada” a comprar petróleo iraní, juega un papel crucial en esta distensión temporal.
Conviene recordar que más de la mitad de la producción de petróleo iraní se destina a China. La reanudación de estos intercambios ha contribuido de manera mecánica a la caída de los precios del crudo, después de una subida provocada por los temores iniciales.
El petróleo, barómetro de la tensión
El petróleo sigue siendo el activo clave a vigilar en este contexto. Desde hace días, sirve de termómetro para medir las tensiones geopolíticas. En solo tres días, los precios han caído un 15%.
¿Por qué? Porque los ataques anunciados por Irán resultaron ser más simbólicos que reales. No se trató realmente de un conflicto militar, sino más bien de una demostración coordinada de fuerza. Resultado: no hubo bloqueo del Estrecho de Ormuz, arteria vital para el transporte mundial de petróleo.
Los precios, por tanto, han vuelto a los niveles previos al conflicto. ¿Un regreso a la normalidad? No del todo. Es una calma frágil, todavía sujeta a la próxima chispa diplomática o militar.
Mercados y tasas: entre incertidumbre y esperanza
En este clima de relativa calma, los tipos de interés estadounidenses son el segundo gran foco de atención. Los mercados esperan una pausa en el ciclo de subidas de tipos, lo que podría dar algo de respiro a los activos de riesgo. Pero, una vez más, la situación sigue siendo ambigua. Entre los cautelosos discursos de la FED y los datos económicos aún inestables, no se perfila una dirección clara.
Conclusión: Los mercados viven una pausa de calma aparente, pero los fundamentos geopolíticos siguen siendo extremadamente volátiles. No olvidemos que esta “pausa” puede romperse en cualquier momento, sobre todo si surgen nuevas tensiones en Oriente Medio o si las políticas monetarias adoptan un rumbo más estricto.
La consigna sigue siendo la misma: vigilancia y reactividad.